Si echamos la vista atrás, es sorprendente lo integradas que están actualmente las nuevas tecnologías en el sistema educativo con respecto a la época de nuestros progenitores.
Tras comentarle cual creían ellos que eran los cambios más significativos, su respuesta fue clara:
El uso del teléfono móvil.
Raro sería hoy en día el caso de no tener móvil a través del cual poder quedar y concretar horarios para poder reunirse a la hora de hacer un trabajo, en su época en algunas casas no había incluso teléfonos fijos, por lo que reunirse varios compañeros en ocasiones era misión imposible.
Otro aspecto a tener muy en cuenta, es Internet y la posibilidad de acceder a él desde cual parte.
Durante la escolarización de mis padres, el que más tecnología poseía, era dueño de una maquina de escribir, y ni siquiera de las automáticas, por lo que acceder a un ordenador era tarea difícil, por no hablar ya de que contase con conexión a Internet.
Otros de los "handicaps" del momento era la recopilación de información, para ello, tenían que acudir a bibliotecas o con suerte la enciclopedia que habían ido a vender a casa,.
Libros densos y nada fáciles de utilizar que en ocasiones dependiendo de la casa editorial carecían de objetividad con respecto a algunas informaciones.
En mi opinión, en muy poco tiempo hemos avanzado a pasos agigantados, aunque en ocasiones no solo sea de manera positiva.
No obstante, con respecto a nuestros padres contamos con todas las facilidades posibles a la hora de organizar, recopilar y seleccionar información para nuestros trabajos académicos sin olvidar que es tarea sencilla acceder a internet o a cualquier aparato informático que nos lo facilite, y eso de un modo u otro, también es un elemento que facilita la igualdad en este mundo cada día más dispar.
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